¿Estamos viendo el fin de una era?

Si te gusta el fútbol americano, y eres fan de los Green Bay Packers, ciertamente debes estar preocupado con el record 3-6 del equipo en este casi Ecuador de la temporada. Y no es para menos.

Es normal que un equipo presente desgaste después de estar a las puertas del Súper Bowl por dos años consecutivos. La defensa de los Packers aun no ha mostrado progresos, y Jaire Alexander es noticia por su falta de disciplina en el juego, cometiendo faltas absurdas y perjudicando a su equipo. La clave contra la defensa de GB es correr, correr y correr, después de ello un PA con un pase a la secundaria, porque ellos nunca están cubriendo a alguien.

Lo que hace que el peso del equipo caiga sobre Aaron Rodgers, lo que hasta el año pasado no era ningún problema, pero en este año ha pasado a ser una montaña rusa de frustraciones y decepciones. Es verdad que la ofensiva perdieron a Davante Adams y  Marquez Valdes-Scantling, jugadores confiables y WR de primer y segundo orden. No consiguieron jugadores del mismo peso en canje, y aunque algunos estuvieron disponibles en la última semana, vieron como Chase Claypool fue enviado a Chicago y en la Bahia quedaron con las mismas armas: Lazard, Watkins, Cobb y Rodgers como WRs principales y muchos novatos.

Las estadísticas de A-Rod no son malas, pero sus decisiones y precisión vienen a la baja. La dinámica de pase no funciona y no se ve química ni chispa con sus receptores. El ataque a la carrera aún funciona, pero son presa fáciles para los LB cuando el pase no funciona. La amenaza a lo profundo no funciona como antes, dos intercepciones en la Zona Roja contra Detroit y una mirada de cansancio: eso era GB ayer.

Lo que me lleva a pensar si A-Rod está viviendo el proceso de envejecimiento de Drew Brees: pases menos riesgosos, records mediocres, muchas intercepciones y frustración de caer antes del juego grande. Las distracciones fuera del campo para el QB de GB han sido grandes: vacuna y pandemia, consumo de drogas, ser presentador de Jeopardy, relaciones fracasadas y nuevos hobbies en el ambiente. Como jugador de élite, se espera que él sea ejemplo para los jugadores de compromiso y liderazgo, pero eso nunca ha sido su fuerte (por lo menos era lo que decía Greg Jennings) pero la frustración crece entre los fanáticos, y algunos ya piden a Jordan Love.

Si el cuerpo de entrenadores decide que este año sea de transición, para crear un cuerpo de WR más fuerte para el año que viene, pues bienvenido será. Pero necesitan chispa, algo que les ofrezca a los fanáticos un clavo ardiente al que aferrarse. Si no, pues GB andará merodeando en las sombras, viendo como Minnesota se escapa en la NFC Norte.

No sabemos si será el fin, pero que este año pinta mal, pinta y muy feo.

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